martes, 1 de noviembre de 2011


Me perdí, creo que andaba pensando. Me encontré, por algún lado dudando. Si es por mí, si las vivo cagando, si me voy al vestuario o si le tiro un caño a la soledad que pone la gamba fuerte y me puede quebrar.
No me vi, me tomé por sorpresa. Arranqué, y bajé la cabeza. Manejaba un triciclo prestado, me la puse contra una pared. Y ahora tengo un pedal en la mano, el manubrio doblado, me lastimé.

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